viernes, 27 de octubre de 2017

Cuidamos de vosotros 👪


Tener un hijo con una cardiopatía congénita muchas veces provoca ansiedad y angustia debido al miedo y las dudas, lo cual conlleva altibajos emocionales, conflictos personales, sociales, laborales y familiares.

Por lo tanto, nos sentimos reconfortados llevando a cabo un programa de atención psicológica tanto al paciente que lo sufre directamente como a la familia que también se ve afectada con el fin de proporcionarles el apoyo y la compañía necesaria en estas situaciones tan complicadas.


Debemos intentar conseguir un clima de tranquilidad, confianza y esperanza logrando así asimilar el problema pero sobre todo queremos ayudar para que tengan una mejor calidad de vida.



Otros problemas que aparecen en la familia: 


– Dificultad de llevar una vida normal aún cuando el estado físico del niño lo permitiera.


– Anteponer lo que se consideran necesidades físicas del hijo dejando de lado “lo emocional”.


– Dificultad en sus interacciones con el hijo enfermo.


– Dificultad de atención al resto de la familia (otros hijos, pareja, etc.)


– Aumento de la ansiedad en los padres e hijos, en general.




El apoyo psicológico a las familias se convierte, a nuestro entender, en un elemento básico para el ajuste y la convivencia familiar y un instrumento mediador entre el médico/hospital y la familia, suponiendo que unos padres menos ansiosos o con un mayor autocontrol de su ansiedad, tendrán una mejor calidad en la relación con sus hijos enfermos y en la relación médico hospitalaria.
El camino que tienen que recorrer padres e hijos es largo y doloroso. Tradicionalmente se espera a que los niños tengan varios meses de edad para proceder a la corrección quirúrgica de su cardiopatía congénita con la finalidad de disminuir el riesgo operándolos con más edad.

Así, se puso en marcha un programa de intervención para la atención a las familias de niños con cardiopatías que establecía dos bloques de actuación, uno dirigido al trabajo específico en relajación con los padres y otro de evaluación de aspectos emocionales en los hijos enfermos de los padres participantes, planteándonos los siguientes objetivos:


– Reducir los niveles de ansiedad y miedo en los padres. 


– Proveer a los padres de un instrumento de trabajo que les permitiese tomar conciencia de la propia situación respecto a sus hijos. 


– Favorecer la toma de conciencia de su propio cuerpo y sensaciones y lograr una modificación de los mismos. 


– Valorar la situación emocional de los niños antes y después del aprendizaje de la técnica por sus padres. 


– Promover la auto-ayuda entre los propios padres.




Los principales problemas que aparecen en la familia hacia el sistema médico-hospitalario son los siguientes:

– La incertidumbre acerca de la enfermedad.


– La ignorancia de los tratamientos médicos.


– La dificultad de comprensión y/o transmisión de la información médica de la enfermedad.


– El desconocimiento de la evolución y el pronóstico.


– Los temores indeterminados hacia el personal médico.


– El desconcierto y desubicación durante la estancia en el hospital.





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